¿Alguna vez te has preguntado por qué, a veces, a pesar de tener una técnica impecable, sientes que el partido se te escapa de las manos en el tenis de mesa?
No es solo la pala o la fuerza del golpe, ¡hay algo más grande en juego! Yo mismo, en innumerables ocasiones, he sentido cómo la presión mental puede paralizarte o, por el contrario, cómo un pequeño detalle psicológico te da la victoria.
Es una sensación única, ¿verdad? En el mundo del ping-pong moderno, donde cada vez los jugadores están más igualados técnicamente, la verdadera ventaja se encuentra en la mente.
Los expertos coinciden en que la estrategia mental es el próximo gran campo de batalla. Imagina poder leer a tu oponente como un libro abierto, anticipar sus movimientos no solo por su postura, sino por su estado de ánimo, o incluso ¡provocar que cometa errores sin que se dé cuenta!
Parece ciencia ficción, pero te aseguro que es una realidad al alcance de tu mano. De hecho, la psicología deportiva está revolucionando cómo entendemos y practicamos deportes de alta velocidad como el tenis de mesa.
No se trata solo de entrenar el cuerpo, ¡sino también la mente para dominar la mesa! ¿Quieres descubrir esos trucos que te harán imparable y convertirán cada partido en una victoria mental?
¡Vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de la guerra psicológica en el tenis de mesa y desvelar todos sus secretos! Prepárate para transformar tu juego.
¡Hola a todos, mis queridos apasionados del tenis de mesa! Sé que muchos de ustedes se sienten identificados con esa frustración cuando, a pesar de entrenar duro y tener la técnica afinada, la victoria parece escurrirse entre los dedos en los momentos decisivos.
¡A mí me ha pasado un millón de veces! Recuerdo un partido clave donde mi brazo se sentía pesado, no por cansancio físico, sino porque la presión mental me estaba ahogando.
Es en esos instantes donde la mente se convierte en nuestro mejor aliado o en nuestro peor enemigo, ¿verdad? Y es que, en el tenis de mesa moderno, donde la velocidad es vertiginosa y las decisiones se toman en fracciones de segundo, el aspecto psicológico ya no es un extra, ¡es el corazón del juego!
Los expertos no paran de repetirlo: la fortaleza mental y el control emocional son lo que de verdad marca la diferencia entre un buen jugador y un campeón.
Así que, si quieres subir tu nivel y empezar a dominar no solo la pala, sino también la mente de tu oponente, ¡sigue leyendo! Vamos a desentrañar esos secretos que te harán imparable.
Descifrando la Mente del Adversario: El Arte de la Observación

En el tenis de mesa, cada oponente es un libro abierto si sabes cómo leerlo. No me refiero solo a sus golpes evidentes, sino a esos pequeños detalles, casi imperceptibles, que revelan su estado mental y sus intenciones.
La primera vez que realmente entendí esto, mi juego cambió por completo. Dejé de solo reaccionar a la pelota para empezar a anticiparme, a veces incluso antes de que la golpearan.
Es una sensación increíble de control. Los jugadores de élite, como Ma Long, son verdaderos maestros en esto, leyendo el juego del oponente con una agudeza impresionante.
Esto no es magia, ¡es pura observación y práctica! Presta atención a su lenguaje corporal, a cómo reacciona a los puntos ganados o perdidos, e incluso a dónde miran antes de golpear la pelota.
Una vez, en un torneo local, jugué contra un tipo que siempre se inclinaba ligeramente hacia adelante cuando iba a hacer un golpe corto y hacia atrás para un ataque largo.
¡Lo tenía calado! Conocer estas “señales” te da una ventaja brutal. Se trata de analizar constantemente sus fortalezas y debilidades para adaptar tu estilo de juego.
Miradas que delatan y posturas que susurran
Los ojos pueden ser una ventana al alma, ¡y también a la siguiente jugada de tu oponente! ¿Sabías que los jugadores tienden a fijar el lugar donde quieren enviar la pelota justo antes de golpearla?
Si ves una mirada rápida o distraída, podría significar un cambio de última hora en su estrategia. Por otro lado, la posición de los hombros y las caderas son indicadores clave de la dirección probable de un golpe.
Hombros ligeramente abiertos a menudo indican una intención de jugar en la dirección opuesta, mientras que la orientación de las caderas puede revelar la trayectoria.
Con el tiempo, te darás cuenta de que la inclinación hacia adelante puede indicar un golpe corto, mientras que una inclinación hacia atrás sugiere un ataque más fuerte.
Es como un baile silencioso de información que, si sabes interpretarlo, te pone un paso por delante.
Identificando Patrones de Comportamiento
Todos tenemos manías, ¿verdad? Pues en el tenis de mesa, esas manías se convierten en patrones predecibles. Muchos jugadores tienen servicios favoritos o una preferencia por cierto tipo de devolución.
Si observas que tu oponente siempre sirve con *topspin* a tu revés cuando está en el lado de la mesa, ¡bingo! Ya tienes una pista. Recuerdo haber jugado contra un amigo que, bajo presión, siempre intentaba un *smash* arriesgado.
Cuando detectaba esa señal de nerviosismo, yo ya sabía que solo tenía que bloquear o devolver con control para que él fallara por exceso de potencia. Anotar mentalmente estas tendencias o incluso en un pequeño cuaderno si juegas a nivel competitivo, te da una herramienta poderosa para anticipar y contrarrestar sus movimientos de manera efectiva.
Dominando el Tablero Emocional: Tu Fortaleza Interna
Tan importante como leer al rival, es controlar tu propio universo emocional. La fortaleza mental no es solo para campeones como Rafa Nadal, sino una habilidad que todos podemos desarrollar.
¿A quién no se le ha escapado un punto clave por un ataque de frustración o ansiedad? A mí me ha pasado muchísimas veces, sentir cómo la adrenalina se dispara y los brazos no responden como quiero.
Los jugadores exitosos saben que la frustración, la ansiedad o la excitación pueden nublar el juicio y la ejecución de las jugadas. La capacidad de mantener el enfoque, el autocontrol y la confianza en uno mismo, especialmente en situaciones de alta exigencia, es lo que llamamos “fortaleza mental”.
Se trata de gestionar las emociones, controlar los pensamientos negativos y adaptarse a los cambios del juego. Una mente enfocada permite reaccionar con precisión y anticiparse, incluso bajo presión.
He aprendido que, si me equivoco, tengo que “resetear” la mente al instante, porque un error se convierte en dos si te quedas pensando en el primero.
El Arte de la Calma Bajo Presión
El tenis de mesa es un deporte vertiginoso, donde cada punto cuenta y las decisiones se toman en milésimas de segundo. Es fácil que la presión te abrume.
Recuerdo un partido decisivo en el quinto set, íbamos 9-9. Mi corazón latía a mil, pero en ese momento, me dije a mí mismo: “Respira, concéntrate solo en la pelota”.
Usar técnicas de respiración controlada y relajación ha sido para mí un antes y un después. No se trata de eliminar las emociones, sino de aprender a manejarlas para que no te dominen.
Hay muchos ejercicios de atención plena que te ayudan a mantenerte en el momento presente, justo lo que necesitas cuando la pelota vuela a 160 km/h. Jugar de manera calmada te ayuda a tomar mejores decisiones en los momentos cruciales.
Transformando Errores en Lecciones
¿Quién no ha cometido un error tonto en un partido importante? ¡Yo el primero! Antes, esos errores me hundían, me hacían pensar “soy un desastre”.
Pero con el tiempo, he aprendido a verlos como oportunidades de aprendizaje. Un jugador mentalmente fuerte no se desestabiliza por un error, ni pierde la concentración por una mala decisión del árbitro.
En lugar de lamentarme, me pregunto: “¿Qué puedo aprender de esto?” Esta mentalidad de crecimiento es vital. Liu Guoliang, un campeón chino, se decía a sí mismo: “Cada error es una oportunidad para aprender”.
Y es que, en un deporte tan rápido, si te quedas atascado en el error pasado, te perderás el siguiente punto. ¡La clave es la resiliencia mental!
La Comunicación Silenciosa: Cómo Influir en el Juego
Más allá de lo que se dice, ¡mucho se transmite con gestos y actitudes! He descubierto que la “guerra psicológica” no siempre es agresiva; a menudo, es sutil y se basa en la imagen que proyectas.
Una vez, en un partido en el que mi oponente estaba muy nervioso, empecé a jugar un poco más lento, con más control, mostrando una calma aparente. Esto lo puso aún más ansioso, ¡y empezó a arriesgar más de la cuenta!
Pequeños detalles como cómo te mueves entre puntos, tu expresión facial o el ritmo que imprimes al juego pueden tener un impacto gigante en el estado mental de tu rival.
Es como el ajedrez, pero con una pala.
Ritmo y Cadencia: Desestabilizando al Rival
¿Te has dado cuenta de cómo cambiar el ritmo puede volver loco a tu oponente? Yo sí. Alternar golpes rápidos con otros más lentos, jugar corto a la red y luego largo al fondo, o variar el efecto de tus servicios, son estrategias que no solo buscan ganar el punto, sino también agotar mentalmente al otro jugador.
Al jugar bolas cortas cerca de la red, limitas las opciones del adversario, forzándolo a una postura defensiva que reduce su capacidad de ataque. Me encanta ver la cara de sorpresa o frustración cuando, después de varios puntos con *topspin*, les lanzo un servicio cortado y con poco rebote.
Esos cambios rompen su fluidez y les obligan a pensar más, lo que consume energía mental. Un campeón sabe cuándo acelerar y cuándo poner el freno.
La Confianza se Contagia (y la Inseguridad también)
Tu actitud en la mesa es un arma de doble filo. Si te muestras seguro, decidido y con una actitud positiva, eso puede intimidar a tu oponente y fortalecer tu propia convicción.
Por el contrario, si te dejas ver frustrado, quejándote o con el lenguaje corporal decaído, ¡estás dándole gasolina a tu rival! Recuerdo un partido en el que iba perdiendo por mucho, pero decidí cambiar mi actitud por completo: empecé a sonreír, a mostrar confianza en cada golpe, incluso en los errores.
Mi oponente, que ya se sentía ganador, empezó a dudar, y logré una remontada épica. No subestimes el poder de un “¡Vamos!” o de una mirada de concentración inquebrantable.
Tu autoconfianza se construye con entrenamiento y experiencia, y se proyecta en cada movimiento.
La Rutina del Campeón: Preparación Mental Invisible
Antes de cada partido, no solo calentamos el cuerpo, ¡también la mente! Los grandes jugadores invierten muchísimo en su preparación mental antes de pisar el área de juego.
Esto les permite llegar con una confianza inquebrantable y listos para cualquier situación. Para mí, tener una rutina pre-partido es esencial. No es superstición, ¡es una forma de decirle a mi cerebro que es hora de enfocarme!
Los rituales y rutinas nos ayudan a entrar en el “modo de competición” y a mantener la concentración.
Visualización: El Ensayo Perfecto en tu Mente
Antes de un partido importante, cierro los ojos e imagino cada saque, cada golpe, cada devolución, ¡y por supuesto, la victoria! La visualización previa al partido es una estrategia poderosa.
Visualizar diferentes situaciones de juego, cómo vas a reaccionar, cómo vas a manejar la presión, todo esto te prepara mentalmente para el campo de batalla.
Incluso puedes usar la imaginación para corregir errores que cometiste en partidos pasados o para probar nuevas estrategias. Es como un entrenamiento mental invisible que potencia tu confianza y reduce la ansiedad.
Puntos de Enfoque y Micro-Rutinas

Durante el partido, especialmente en los intercambios largos y tensos, mantener la concentración es un desafío constante. Una pérdida mínima de atención puede ser costosa.
Por eso, los campeones usan “puntos de enfoque” y micro-rutinas entre puntos. Observar la pelota, los movimientos del oponente, tomar unos segundos para botar la pelota o ajustar la pala, son pequeñas acciones que te ayudan a “resetear” la mente y mantenerte en el presente.
Ma Long, por ejemplo, es conocido por sus rutinas entre intercambios, ¡y mira qué campeón es!
La Tabla de la Batalla Mental: Identifica y Vence
A veces, un resumen visual nos ayuda a recordar lo importante. Aquí te dejo una tabla con algunos “tells” comunes y cómo puedes usarlos a tu favor, ¡basado en mi experiencia y lo que he aprendido de los mejores!
| Señal del Oponente | Interpretación Psicológica | Tu Respuesta Estratégica |
|---|---|---|
| Frustración visible (gestos, exclamaciones) | Pérdida de control emocional, mente nublada. | Mantén la calma, juega puntos largos y seguros, busca el error. |
| Exceso de agresividad tras un error propio | Intento de compensar la frustración con riesgo. | Bloquea con control, prepárate para golpes potentes pero predecibles. |
| Dudas al sacar (cambios de postura, miradas) | Inseguridad sobre la estrategia del saque. | Aumenta la agresividad en la recepción, presiona desde el primer golpe. |
| Cuerpo rígido o tenso | Mucha presión, falta de fluidez en los movimientos. | Varía el ritmo, usa efectos inesperados para descolocar. |
| Mirada fija en un punto de la mesa antes de golpear | Revela su intención de dónde irá la pelota. | Anticipa el golpe, muévete a esa posición, prepárate para contraatacar. |
Adaptación Constante: El Ajedrez en Movimiento
El tenis de mesa es un deporte dinámico, un ajedrez a 160 km/h, y no hay una estrategia que funcione siempre. Lo que me ha enseñado la experiencia es que la adaptabilidad es una de las habilidades mentales más valiosas.
Recuerdo un partido en el que mi estrategia inicial estaba fallando estrepitosamente. Mi oponente se había adaptado a mis servicios con efecto. En lugar de seguir insistiendo, decidí cambiar radicalmente: empecé a usar servicios más planos y a variar mucho más la velocidad de mis golpes.
La sorpresa lo descolocó y pude cambiar el rumbo del partido. Los campeones saben que la resiliencia mental implica ajustar las tácticas en tiempo real, incluso cambiando el ritmo o el enfoque psicológico para desestabilizar al oponente.
El Juego de Espejos: Refleja y Transforma
A veces, la mejor estrategia es jugar un poco con el estilo de tu oponente, pero con un giro. Si él es muy defensivo, puedes probar a ser aún más defensivo en algunos puntos para sacarlo de su zona de confort, forzándolo a atacar.
Si es muy agresivo, absorbe su potencia y devuélvele la pelota con control y colocación, frustrando sus intentos de *smash*. Es un juego de espejos donde no solo imitas, sino que transformas.
Es fundamental no solo identificar la debilidad de tu rival, sino saber cómo explotarla. Esto requiere agilidad mental y una gran capacidad de análisis en tiempo real.
Momentos Clave: La Verdadera Prueba Mental
Hay puntos que valen más que otros, ¿verdad? Esos “puntos de oro” donde el marcador está igualado, o cuando estás a punto de cerrar un set. Es en estos momentos de máxima presión donde la mente se pone a prueba.
Como dice el dicho, “el 99% del partido es preparación, el 1% es ejecución”. Y ese 1% se juega en la cabeza. Los jugadores profesionales dedican horas no solo a su técnica, sino a su preparación mental para estos momentos cruciales.
Mantener la concentración y la actitud positiva, incluso cuando el partido se pone difícil, es lo que diferencia a los que ganan.
El Entrenamiento Invisible: Más Allá de la Mesa
No todo el entrenamiento mental ocurre en la mesa. ¡Ni mucho menos! Lo he comprobado por mí mismo.
Hay días en que mi concentración está por los suelos, y eso afecta directamente a mi juego, sin importar lo bien que esté físicamente. Cosas como el sueño, la alimentación y la gestión del estrés en tu vida diaria tienen un impacto directo en tu capacidad de concentración y resiliencia mental en el partido.
Un jugador de élite, por ejemplo, sabe que el descanso adecuado es fundamental para la recuperación mental y física.
El Poder de la Rutina Diaria y el Autocuidado
La forma en que gestionas tu día a día repercute directamente en tu rendimiento en la mesa. Una buena alimentación, un sueño reparador y una vida equilibrada son pilares fundamentales para tener una mente fuerte.
La falta de sueño, por ejemplo, afecta negativamente el rendimiento en atletas. Además, incorporar pequeñas rutinas de autocuidado, como la meditación o ejercicios de respiración fuera del entrenamiento, puede mejorar tu capacidad de autocontrol emocional y atención.
No es solo entrenar el cuerpo; es cuidar el “yo” completo.
Análisis Post-Partido: Creciendo con Cada Experiencia
Cada partido, se gane o se pierda, es una mina de oro para el crecimiento mental. Una vez terminado, siempre me tomo un tiempo para analizar lo que pasó, no solo en términos de golpes, sino de cómo manejé mis emociones, cómo reaccionó mi oponente a ciertas jugadas, y qué podría haber hecho diferente psicológicamente.
La práctica regular y el análisis post-partido te ayudarán a mejorar tu agilidad mental. Los jugadores de élite ven los errores como oportunidades de aprendizaje, no como fracasos definitivos.
Es una forma de construir esa confianza en las propias habilidades y tácticas que es esencial para tomar decisiones rápidas y ejecutar jugadas efectivas.
Es un ciclo de mejora continua: juegas, aprendes, mejoras tu mente, y vuelves a jugar con más fuerza. Y hasta aquí mi dosis de sabiduría y experiencia para hoy, amigos.
Espero que estos trucos y consejos os ayuden a dominar no solo la bola y la pala, sino también esa increíble “cancha” que tenemos entre oreja y oreja.
¡A jugar con inteligencia y a ganar con la mente! ¡Nos vemos en la mesa!
글을 마치며
¡Y con esto, mis queridos compañeros de pala y mesa, llegamos al final de este viaje por la mente en el tenis de mesa! Espero de corazón que todas estas reflexiones y consejos os hayan iluminado un poco más sobre la importancia de la fortaleza mental. Recordad que no importa cuán perfecta sea vuestra técnica o cuán potente sea vuestro golpe, si la mente flaquea, el cuerpo no responderá. He comprobado una y otra vez que la verdadera diferencia entre un buen jugador y uno excepcional no está solo en las horas de entrenamiento físico, sino en la capacidad de mantener la calma bajo presión, de leer al rival como un libro abierto y de usar cada error como un trampolín para el siguiente punto. Es un camino de aprendizaje continuo, pero os aseguro que cada pequeño avance mental se reflejará enormemente en vuestro juego y, lo más importante, ¡en vuestra satisfacción personal! ¡A por ello, campeones, con la mente tan afilada como la pala!
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Aquí os dejo algunas píldoras de sabiduría que me han sido muy útiles a lo largo de mi experiencia y que seguro os servirán para seguir puliendo vuestro juego mental:
1. Entrenamiento cruzado mental: Al igual que entrenamos el cuerpo, dedica tiempo a ejercicios de meditación o atención plena fuera de la mesa. Esto mejora la concentración y reduce el estrés, habilidades clave para cualquier partido intenso.
2. Diario de partido: Después de cada encuentro, anota no solo los resultados, sino cómo te sentiste, qué pensamientos te dominaron y cómo reaccionaste a las situaciones clave. Te ayudará a identificar patrones y a mejorar tu autoconciencia.
3. Estudia a los profesionales: Observa cómo los grandes campeones manejan la presión, su lenguaje corporal y sus rutinas entre puntos. No se trata de imitarlos, sino de aprender de sus estrategias mentales.
4. Prepara tu entorno: Asegúrate de tener un descanso adecuado y una buena alimentación. Una mente cansada o mal nutrida es tu peor enemiga en la mesa. ¡Cuídate fuera para rendir dentro!
5. Define mini-objetivos: En lugar de solo pensar en ganar el partido, enfócate en pequeños logros, como ganar un punto en particular con una estrategia específica o mantener la calma durante un intercambio largo. Esto te mantiene motivado y enfocado en el presente.
Importantes Consideraciones
Para concluir y que no se os escape nada de lo vital, quiero destacar los puntos más importantes que hemos explorado hoy y que, bajo mi experiencia, son los pilares de un juego mental sólido en el tenis de mesa. Primero, la observación del oponente es una habilidad que se entrena: sus gestos, sus patrones y sus reacciones te dan información valiosísima. Segundo, el autocontrol emocional es la base; aprender a gestionar la frustración y la ansiedad, y transformar los errores en aprendizaje, te hará imparable. Tercero, la influencia psicológica a través de tu actitud y el ritmo del juego puede desestabilizar a cualquier rival. Cuarto, la preparación mental es tan crucial como la física; rutinas pre-partido y visualizaciones te darán una ventaja invisible. Y por último, la adaptabilidad constante es el rasgo de los campeones; saber cambiar tu estrategia mental y de juego en tiempo real es lo que te llevará a la victoria. No subestiméis jamás el poder de vuestra mente, porque en la mesa, como en la vida, ¡es vuestro activo más valioso!
Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖
P: ¿Cómo puedo manejar esa presión que siento en los partidos importantes para que no me paralice?
R: ¡Uf, esa pregunta me la han hecho mil veces y te entiendo perfectamente! Yo mismo, en más de una ocasión, he sentido cómo mis manos sudaban y la pala me pesaba el doble justo antes de un punto crucial.
Es una sensación horrible, ¿verdad? Lo que he aprendido con el tiempo es que no se trata de eliminar la presión, ¡eso es casi imposible!, sino de gestionarla.
Mi truco personal, y créeme que funciona, es enfocarme en la respiración. Antes de cada saque o de recibir, tomo una respiración profunda, cuento hasta tres, aguanto y exhalo lentamente.
Esto no solo me ayuda a oxigenar el cerebro, sino que rompe ese ciclo de pensamiento negativo que te dice “¡no la líes!”. Otro consejo que he puesto en práctica es visualizar.
Cierro los ojos por un segundo y me veo a mí mismo ejecutando el golpe perfecto, con confianza. Es como un ensayo mental rápido. Y ojo, no te exijas la perfección; acepta que vas a cometer errores.
Recuerdo un partido donde iba perdiendo 10-5 en el quinto set. En lugar de pensar en el marcador, me dije: “Un punto a la vez, disfruta el proceso”. Relajé los hombros, me permití fallar sin frustración, ¡y terminé ganando 12-10!
Parece mágico, pero es puro entrenamiento mental. Al final, somos humanos, y la mente a veces juega en nuestra contra, pero con estas pequeñas herramientas, te aseguro que le darás la vuelta.
P: ¿Existen trucos psicológicos específicos para “leer” a mi oponente o para influir en su juego sin que se dé cuenta?
R: ¡Claro que sí! Aquí es donde la “guerra psicológica” se pone interesante. No es magia, es observación y astucia.
Yo, cuando juego contra alguien nuevo, siempre empiezo prestando atención a su lenguaje corporal antes incluso de que la bola se ponga en juego. ¿Cómo sostiene la pala?
¿Tiene tics nerviosos? ¿Mira a menudo al marcador? Un truco que me funciona de maravilla es observar cómo reacciona después de un error.
Si ves que se enfada mucho, que golpea la pala contra la mesa o que se frustra visiblemente, ¡bingo! Ahí tienes una debilidad. En ese momento, intento variar el ritmo, hacer bolas más lentas o más rápidas de lo normal para descolocarle, o incluso le hago un punto fácil a propósito para que se confíe demasiado y luego ¡zas!, le sorprendo.
Otra cosa que he notado es que si mantengo una expresión neutra, como una “cara de póker”, sin mostrar mis emociones, mi oponente empieza a dudar si mis golpes son buenos o malos, si estoy nervioso o tranquilo.
Esto les genera incertidumbre y hace que cometan más errores no forzados. Una vez, jugando un torneo local, mi rival siempre miraba hacia la derecha antes de un saque corto.
Lo noté, y empecé a anticipar. No le dije nada, por supuesto, ¡pero aproveché cada vez que lo hizo! Son pequeños detalles que, sumados, te dan una ventaja enorme.
P: Si soy principiante en esto de la “guerra psicológica”, ¿por dónde empiezo para mejorar mi juego mental en el tenis de mesa?
R: ¡Excelente pregunta! Lo primero que te diría es que ya el hecho de que te lo plantees te pone un paso por delante de muchos. No subestimes el poder de la mente.
Para empezar, te propongo un ejercicio sencillo pero muy efectivo: la autoevaluación post-partido. Después de cada partido, tómate cinco minutos para reflexionar.
No solo sobre los errores técnicos, sino sobre cómo te sentiste. ¿Qué te puso nervioso? ¿Qué te dio confianza?
¿Cómo reaccionaste a los puntos malos? Anótalo en una pequeña libreta, ¡como un diario de batalla! Esto te ayudará a identificar tus patrones mentales.
Otra cosa que me encanta es practicar la atención plena, o ‘mindfulness’, en tus entrenamientos. En lugar de solo golpear la bola, concéntrate en la sensación de la pala, el sonido, la trayectoria de la bola.
Esto te entrena para estar más presente en el momento crucial del partido. También te sugiero que observes a los jugadores profesionales, no solo sus golpes, sino su actitud.
¿Cómo se comportan bajo presión? ¿Tienen rituales? Imitar sus rutinas mentales puede ser un gran comienzo.
Y por último, pero no menos importante, ¡habla contigo mismo! Pero de forma positiva. En lugar de “no falles”, di “¡vamos, tú puedes con esa!”.
Es un viaje, no un destino. Yo empecé simplemente siendo consciente de mis pensamientos negativos y poco a poco los fui transformando. Verás cómo, sin darte cuenta, tu juego no solo mejora técnicamente, sino que te sentirás mucho más sólido y seguro en la mesa.
¡A por ello!






