La Altura Secreta de la Red de Ping-Pong para Ganar Cada Punto

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¡Hola, amantes del tenis de mesa! Sé que muchos de ustedes, al igual que yo, disfrutan de la adrenalina de cada partido, de ese bote perfecto y de la estrategia detrás de cada golpe.

Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en un detalle crucial que a menudo pasamos por alto y que puede cambiarlo todo? ¡Exacto, me refiero a la altura de la red!

Una pequeña desviación y tu juego puede sentirse completamente diferente, afectando desde el saque hasta ese remate ganador que tanto te gusta practicar.

Como alguien que ha pasado incontables horas frente a la mesa, te aseguro que entender este reglamento no solo mejora tu juego, sino que te da una ventaja mental.

¿Quieres dominar cada aspecto de este fascinante deporte? Sigue leyendo y descubre todos los secretos sobre la altura reglamentaria de la red.

¡Hola, amantes del tenis de mesa! Sé que muchos de ustedes, al igual que yo, disfrutan de la adrenalina de cada partido, de ese bote perfecto y de la estrategia detrás de cada golpe.

Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en un detalle crucial que a menudo pasamos por alto y que puede cambiarlo todo? ¡Exacto, me refiero a la altura de la red!

Una pequeña desviación y tu juego puede sentirse completamente diferente, afectando desde el saque hasta ese remate ganador que tanto te gusta practicar.

Como alguien que ha pasado incontables horas frente a la mesa, te aseguro que entender este reglamento no solo mejora tu juego, sino que te da una ventaja mental.

¿Quieres dominar cada aspecto de este fascinante deporte? Sigue leyendo y descubre todos los secretos sobre la altura reglamentaria de la red.

La medida secreta que lo cambia todo en la mesa

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Cuando empecé a jugar, pensaba que la red era simplemente “una red”. ¡Qué ingenuo era! Con el tiempo y la experiencia, sobre todo después de algún que otro torneo, me di cuenta de que esa barrera de malla no es un mero accesorio; es el corazón del juego, y su altura es una ciencia.

La Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF) lo tiene muy claro: la red debe tener una altura precisa de 15,25 cm desde la superficie de juego.

Parece una nimiedad, ¿verdad? ¡Pues te aseguro que no lo es! Cada milímetro cuenta, y si esa altura no es la correcta, todo, absolutamente todo, desde la trayectoria de la pelota hasta cómo sientes el golpe, se ve afectado.

Recuerdo una vez que jugaba en un club nuevo, y notaba mis saques extrañísimos; las bolas se iban a la red con demasiada facilidad o se pasaban muy altas.

Tardé un rato en darme cuenta de que la red estaba ligeramente más baja de lo habitual, y ese pequeño desajuste me estaba volviendo loco, afectando mi confianza y mi timing.

Esos 15,25 cm no son un número al azar, son el resultado de años de estudio para garantizar un juego equilibrado y justo para todos.

¿Por qué 15.25 cm y no un poco más o menos?

Esta medida tan específica, 15,25 cm, es el estándar global porque establece un equilibrio perfecto. Si la red fuera más alta, los saques y remates serían increíblemente difíciles de ejecutar sin que la pelota se fuera larga o golpeara la red constantemente.

Imagina la frustración de intentar un topspin y que siempre acabe en la red por un par de milímetros de más. Por otro lado, si la red fuera más baja, el juego se convertiría en un festival de “ganadores” fáciles, con las pelotas pasando casi rozando la malla, eliminando gran parte de la estrategia y la dificultad de mantener la pelota en juego.

La belleza del tenis de mesa radica en ese delicado equilibrio entre potencia, efecto y precisión, y esta altura de la red es fundamental para mantenerlo.

Es lo que permite los rallies largos y emocionantes que tanto nos gustan.

Mi experiencia con una red mal ajustada

No hay nada más frustrante que llegar a una mesa, sea en casa de un amigo o en un centro deportivo, y notar que la red no está como debe. Una vez, en una reunión familiar, montamos una mesa de ping-pong de esas caseras, y la red estaba tan destensada que parecía una hamaca.

Mis hijos, que apenas empezaban, estaban perdiendo la paciencia porque la pelota se quedaba enganchada o pasaba por debajo con cada golpe. Y ni hablar de los adultos, ¡era imposible jugar con un mínimo de calidad!

Fue entonces cuando saqué mi cinta métrica (sí, la llevo a todas partes, ¡manías de entusiasta!) y ajustamos la altura. La diferencia fue abismal, la pelota botaba como debía, los golpes respondían de otra forma y el partido, de repente, tenía sentido.

Entendí que incluso en el juego casual, respetar las medidas hace la experiencia muchísimo más gratificante para todos.

Preparando tu campo de batalla: ¡Ajusta la red como un profesional!

Ajustar la red correctamente es un paso que a menudo se subestima, pero que marca una diferencia brutal en la calidad de tu juego. No se trata solo de colocarla y ya; hay una pequeña ceremonia, casi un ritual, para asegurarte de que cada detalle esté en su sitio.

He visto a gente batallar con redes que se caen, que no están tensas o que simplemente no tienen la altura adecuada, y la frustración es palpable. La clave es invertir un poco de tiempo y, si es posible, tener las herramientas adecuadas.

Créeme, un medidor de red es una de esas compras “pequeñas” que te cambian la vida en el tenis de mesa. No solo te ayuda a verificar la altura, sino que también algunos modelos permiten comprobar la tensión, lo cual es vital para el rebote de la pelota.

Una vez, en un torneo amateur, presencié cómo el árbitro descalificó un punto clave porque la red de un lado estaba un par de milímetros más baja. ¡Menudo disgusto se llevó el jugador!

Aprender a instalarla correctamente te da una ventaja, no solo técnica sino también psicológica.

El kit esencial para la perfección

Para asegurarte de que tu red esté siempre a punto, no necesitas mucho, pero sí lo indispensable. Primero, obviamente, la red y sus soportes deben ser de buena calidad y compatibles con tu mesa.

Hoy en día, hay muchas opciones, desde las que se fijan con pinzas hasta las de tornillo, que suelen ser más estables. Las de pinza son geniales para la portabilidad, pero las de tornillo te dan una solidez inigualable.

Y aquí viene el elemento estrella: un medidor de altura de red. Hay versiones simples, incluso algunos modelos de raqueta de tenis que pueden darte una idea aproximada de la altura, pero para el ping pong, un medidor específico es lo ideal.

Son pequeños, prácticos y te quitan de encima cualquier duda. Sin estos elementos, es como intentar construir una casa sin cinta métrica, ¡imposible que salga bien!

Yo tengo uno metálico que es mi fiel compañero en cada sesión de entrenamiento o partido.

Pasos sencillos para una instalación impecable

Instalar tu red de forma correcta es más fácil de lo que parece si sigues unos pasos básicos. Primero, asegúrate de que la mesa esté limpia y nivelada.

Luego, coloca los postes en los extremos de la mesa, asegurándote de que estén a la distancia adecuada de los bordes. Los reglamentos de la ITTF especifican que el conjunto de la red, incluyendo sus soportes, debe tener una longitud total de 183 cm y que los límites exteriores de los soportes deben estar a 15,25 cm por fuera de las líneas laterales de la mesa.

Una vez que los postes están firmemente sujetos, procede a enhebrar la red. Es importante tensarla de manera uniforme para evitar que se hunda en el centro.

La parte inferior de la red debe quedar lo más cerca posible de la superficie de juego, y los extremos de la red lo más cerca posible de los soportes.

Algunos sistemas vienen con ajustadores de tensión que son una maravilla. Con mi experiencia, te recomiendo ir tensando poco a poco, probando con un par de pelotas para ver el bote y asegurándote de que no haya holgura.

Y, por supuesto, utiliza tu medidor para verificar esos 15,25 cm.

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Más allá del número: La tensión y su impacto

Hablando de ajustes, no puedo dejar de mencionar la tensión de la red. Una red puede tener la altura reglamentaria, pero si está floja, ¡adiós juego! He visto a muchos jugadores, sobre todo principiantes, preocuparse solo por la altura, pero la tensión es igual de crítica.

Una red bien tensa es como la cuerda de una guitarra afinada: vibrante, precisa y lista para responder. Si la red cuelga, la pelota no reaccionará de la misma manera; puede “enterrarse” más fácilmente, o simplemente no tener el rebote esperado al rozarla.

Es esa sensación de resistencia firme al toque de la pelota lo que te indica que está en su punto. Es un detalle que los jugadores con más experiencia notamos al instante, porque afecta directamente cómo planificamos nuestros golpes.

Cuando la red “cuelga”: los problemas que genera

Una red con poca tensión es un dolor de cabeza, créeme. La pelota, al golpearla, tiende a perder velocidad y altura de manera impredecible si roza la red.

En vez de un rebote rápido y limpio que te permita seguir el punto, la pelota se queda “muerta” o cambia drásticamente su trayectoria, convirtiendo un topspin poderoso en un punto fácil para el oponente.

También, al no estar firme, la red puede deformarse fácilmente durante el juego, causando rebotes irregulares que te sacan de quicio. He jugado partidos donde, en momentos cruciales, una red floja arruinó la jugada, dejando una sensación amarga de injusticia.

Es por eso que, para mí, antes de cada sesión de entrenamiento, la tensión de la red es lo primero que reviso, incluso antes de sacar las paletas.

El punto justo de tensión, ¿cómo lo sientes?

Encontrar el punto justo de tensión es un arte. No debe estar tan tensa que parezca una tabla, ni tan floja que se hunda con el viento. Personalmente, cuando toco la red con la mano, me gusta sentir una ligera resistencia, sin que ceda demasiado.

Algunos medidores incluso incluyen una forma de verificar esto, lo cual es una maravilla. Pero más allá de las herramientas, la mejor manera de sentirlo es jugando.

Si al rozar la red con un golpe, la pelota pasa con un sonido claro y la trayectoria esperada, lo has conseguido. Si, por el contrario, escuchas un “plop” sordo o la pelota cae inmediatamente, es momento de ajustar.

Recuerdo a mi primer entrenador siempre diciéndome: “La red es tu primera defensa, pero también tu primera aliada. Conócela, siéntela”. Esa frase se me quedó grabada.

Tu juego se transforma: Saques, remates y efectos

La altura y tensión de la red son más que simples reglas; son elementos que dictan la dinámica completa del partido. Como jugador, he experimentado de primera mano cómo un ajuste mínimo en la red puede transformar radicalmente cómo ejecuto y percibo mis golpes.

Un saque que antes era letal, de repente se siente “pesado” y termina en la red, o un remate ganador pierde su filo porque la pelota no pasa con la agresividad esperada.

Los efectos, esa magia que ponemos en la pelota, también se ven intrínsecamente ligados a esta pequeña barrera. No es lo mismo un topspin que roza una red perfectamente reglamentaria que uno que impacta una red desajustada.

Es como si la red fuera un filtro invisible que determina la calidad y la dificultad de cada interacción.

El saque perfecto empieza en la red

El saque es el inicio de cada punto, y su efectividad está directamente ligada a la red. Un saque con buen efecto y que pasa rozando la parte superior de la red es una pesadilla para el oponente.

Sin embargo, si la red no tiene la altura o tensión correctas, ese saque “matador” puede convertirse en un error o en un regalo fácil para el rival. Unos milímetros de más en la altura y tu saque bajo con efecto se vuelve inútil.

Unos milímetros de menos y tu oponente tendrá ventaja para un ataque fácil. He pasado horas perfeccionando mi saque de topspin, intentando que la pelota pase lo más cerca posible de la red, justo por encima.

Cuando la red está en su sitio, siento una conexión especial con el golpe, sé que puedo arriesgarme y que la pelota hará lo que yo quiero. Es una sensación de control y maestría que solo se logra con un equipo reglamentario.

Remates ganadores y la barrera invisible

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¿Hay algo más satisfactorio que un remate potente que cruza la mesa y deja al oponente sin opciones? Esa sensación de potencia pura, de la pelota disparada, también se ve influida por la red.

Un remate bien ejecutado requiere que la pelota pase la red con una trayectoria baja y rápida. Si la red está demasiado alta, tienes que golpear la pelota con más parábola, lo que le resta velocidad y agresividad, dándole al oponente más tiempo para reaccionar.

Si la red está floja, incluso un remate potente puede perder energía al rozarla. En mis mejores partidos, cuando siento que mi remate está “on fire”, es porque la red está en condiciones óptimas, permitiéndome imprimir toda la fuerza y precisión que quiero sin miedo a que se quede enganchada.

Efectos diabólicos que rozan la gloria (o el desastre)

Los efectos son el alma del tenis de mesa, y la red es su cómplice más cercano. Un topspin, un backspin o un sidespin, todos dependen de esa interacción milimétrica con la red.

Un topspin ideal roza apenas la parte superior de la red, haciendo que la pelota caiga rápidamente en el campo del oponente. Si la red está mal, ese topspin no caerá como esperas, o se quedará en la malla.

Un backspin, que busca mantener la pelota baja y con retroceso, también necesita una red precisa para que su efecto sea letal. Si la red es inconsistente, la pelota puede botar de forma extraña después de rozarla, desarmando por completo tu estrategia.

Para mí, la red es como el lienzo sobre el que pinto mis efectos; si el lienzo no está bien estirado, mi obra no lucirá igual.

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Pequeños detalles, grandes victorias: El mantenimiento es clave

Mira, muchos de nosotros invertimos en buenas paletas, pelotas de calidad o incluso mesas profesionales, pero ¿qué hay de la red? A menudo, es el elemento olvidado.

Pensamos que, una vez instalada, ya está. ¡Error! La red sufre mucho desgaste con cada golpe, cada tensión y cada ajuste.

Con el tiempo, la malla se debilita, los soportes pueden aflojarse y la tensión original se pierde. Recuerdo cuando mi primera red se deshilachó por completo en medio de un partido importante.

¡Qué desastre! La pelota pasaba directamente por un agujero y era imposible continuar. Desde ese día, me prometí a mí mismo que jamás descuidaría el mantenimiento de mi red.

Es un pequeño detalle que te ahorra grandes dolores de cabeza y, sobre todo, asegura que tu experiencia de juego sea siempre la mejor posible.

Vida útil de tu red: ¿Cuándo decir adiós?

Como todo en esta vida, las redes no duran para siempre. Hay señales claras de que es hora de reemplazarla. Si ves deshilachados, agujeros visibles o si la red está deformada y no se ajusta correctamente a la mesa, es un indicativo.

Otra señal importante es si ha perdido su tensión original y, por mucho que la ajustes, sigue colgando o no se mantiene firme. Las redes más antiguas tienden a perder su elasticidad y resistencia con el tiempo, lo que afecta negativamente la calidad del juego.

No te aferres a una red vieja solo por costumbre; una red nueva y bien ajustada puede darle un aire fresco a tu juego y devolverte esa sensación de precisión que quizás habías perdido.

A veces, un simple cambio de red es todo lo que necesitas para sentirte renovado en la mesa.

Consejos para que tu red dure un siglo (casi)

Para alargar la vida de tu red, hay algunos trucos que he aprendido a lo largo de los años. Primero, cuando no estés jugando, si puedes, desmonta la red o al menos afloja la tensión.

Esto evita que los materiales se estiren y deformen permanentemente. Segundo, límpiala regularmente. El polvo y la suciedad pueden afectar la malla y los soportes.

Un paño húmedo suele ser suficiente. Tercero, guarda tu red en un lugar seco y protegido del sol directo y de temperaturas extremas, ya que pueden deteriorar los materiales.

Cuarto, manipula los soportes con cuidado al instalarlos y retirarlos para evitar doblarlos o dañarlos. Y por último, invierte en una red de buena calidad desde el principio.

Una red robusta, aunque cueste un poco más, te ahorrará problemas y durará mucho más tiempo, ofreciéndote un rendimiento consistente.

De la cancha al corazón: La confianza que te da un equipo reglamentario

Más allá de las reglas y las medidas exactas, hay algo intangible que una red correctamente instalada y reglamentaria te proporciona: confianza. Cuando sabes que cada elemento de tu equipo está en su punto, juegas con una libertad mental que no tiene precio.

No tienes que preocuparte si esa pelota se quedó en la red por culpa de un mal ajuste o si tu saque entró porque la red estaba baja. Sabes que estás jugando en igualdad de condiciones, y eso te permite concentrarte plenamente en tu técnica, en tu estrategia y en disfrutar del juego.

Para mí, esa tranquilidad es la base de un buen rendimiento y, sinceramente, es lo que hace que cada punto sea una experiencia gratificante, ganes o pierdas.

La ventaja mental de jugar en condiciones óptimas

Jugar con una red reglamentaria te da una ventaja mental enorme. No es solo que el juego sea más justo, es que tu cerebro se libera de distracciones. Si estoy preocupado por si la red está demasiado alta o floja, una parte de mi atención se desvía de la pelota y del oponente.

Sin embargo, cuando sé que todo está perfecto, puedo sumergirme por completo en el juego. Puedo concentrarme en la lectura del saque, en la colocación de mi golpe, en la anticipación del movimiento del rival.

Esa concentración plena es lo que te permite tomar decisiones en milésimas de segundo y ejecutar movimientos precisos bajo presión. Es la diferencia entre reaccionar por instinto puro y reaccionar con la mente nublada por la duda.

Mi mejor partido con una red perfecta

Nunca olvidaré un partido de campeonato local que jugué hace unos años. Era la final y los nervios estaban a flor de piel. Pero al salir a la cancha, lo primero que noté fue lo impecable que estaba todo: la mesa nivelada, las líneas blancas nítidas y, por supuesto, la red.

Estaba perfecta, a la altura exacta de 15,25 cm, tensa como un tambor. Ese pequeño detalle me dio una sensación de calma y seguridad increíble. Sabía que cualquier error sería mío, no del equipo.

Jugué con una fluidez y una confianza que pocas veces he sentido. Cada topspin pasaba justo por donde quería, mis saques tenían el efecto preciso y cada bloqueo se sentía sólido.

Gané ese partido, y aunque fue por mi habilidad, estoy convencido de que la confianza que me dio saber que todo estaba reglamentario jugó un papel fundamental.

Es una experiencia que te recomiendo sentir.

Elemento Medida Reglamentaria (ITTF) Descripción
Altura de la Red 15,25 cm Desde la superficie de juego hasta el borde superior de la red.
Longitud de la Red 183 cm La longitud total del conjunto de la red (red + suspensión + soportes).
Extensión Lateral de Soportes 15,25 cm Los soportes de la red deben extenderse 15,25 cm por fuera de las líneas laterales de la mesa.
Altura de la Mesa 76 cm Desde el suelo hasta la superficie de juego.
Longitud de la Mesa 2,74 m Longitud total de la superficie de juego.
Anchura de la Mesa 1,525 m Anchura total de la superficie de juego.
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Para Concluir

¡Y así, mis queridos amigos del tenis de mesa, llegamos al final de este viaje por la importancia de la red! Espero de corazón que estas reflexiones y mis propias experiencias les hayan abierto los ojos a un detalle que, aunque pequeño, es gigante en su impacto.

Como siempre les digo, el diablo está en los detalles, y en nuestro deporte, la altura y tensión de la red son esos “pequeños” detalles que marcan la diferencia entre un buen partido y uno frustrante.

No subestimen jamás el poder de tener un equipo en condiciones óptimas, porque es la base sobre la que construimos nuestro mejor juego y, más importante aún, sobre la que disfrutamos plenamente cada punto.

¡A seguir dándole a la pelota con pasión y precisión!

Información Útil que Debes Saber

1.

Verifica la altura de la red regularmente: Aunque creas que siempre está bien, tómate el tiempo de usar un medidor. Esos 15,25 cm son vitales para tu técnica y la justicia del juego.

2.

No olvides la tensión: Una red a la altura correcta, pero destensada, puede arruinar tus golpes. Asegúrate de que tenga esa firmeza que permite un rebote predecible y rápido de la pelota.

3.

Invierte en una buena red: Una red de calidad durará más y mantendrá mejor sus propiedades. Créeme, es una inversión que te ahorrará frustraciones a largo plazo y te dará consistencia.

4.

Observa el impacto en tus golpes: Presta atención a cómo tus saques, remates y efectos cambian con una red bien ajustada. Notarás la diferencia en la trayectoria y la potencia que puedes imprimir.

5.

La confianza es clave: Jugar con un equipo reglamentario te da una ventaja mental inigualable. Te permite concentrarte al 100% en el juego, sabiendo que cualquier resultado depende de tu habilidad y no de un factor externo.

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Puntos Clave a Recordar

La altura reglamentaria de la red de tenis de mesa es de 15,25 cm, una medida crucial para el equilibrio del juego. La tensión de la red es tan importante como su altura, afectando directamente la trayectoria y el rebote de la pelota.

Un equipo bien ajustado no solo mejora tu rendimiento técnico, sino que también te otorga una valiosa ventaja psicológica, permitiéndote jugar con mayor confianza y concentración.

El mantenimiento regular de tu red prolongará su vida útil y asegurará una experiencia de juego óptima.

Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖

P: ¿Cuál es exactamente la altura reglamentaria de la red de tenis de mesa según las normas oficiales?

R: ¡Ah, la pregunta del millón, amigos del tenis de mesa! Como buen aficionado, sabes que cada milímetro cuenta en nuestro deporte, ¿verdad? La altura reglamentaria de la red, según las normas de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF), es de 15.25 centímetros (o 6 pulgadas) desde la superficie de juego.
Parece poco, ¡lo sé!, pero créeme, como he experimentado en incontables ocasiones, incluso una minúscula desviación de esto puede cambiar radicalmente la trayectoria de la pelota y, por ende, la dinámica de todo el partido.
Es un estándar universal, así que no importa si juegas en un torneo en Buenos Aires, una pachanga en tu casa en Madrid o en un club en Ciudad de México, la altura siempre será la misma.
¡Es la base de un juego justo y emocionante, y conocerla te da una ventaja mental enorme!

P: ¿Por qué es tan fundamental ajustar la altura de la red correctamente para mi rendimiento en el juego y cómo afecta a mis golpes, especialmente el saque y los remates?

R: ¡Excelente pregunta! Y es una que yo mismo me hice muchas veces al principio de mi camino en el tenis de mesa. Mira, cuando la red no está a la altura correcta, es como si todo el tablero se moviera sutilmente sin que te des cuenta.
Si la red está un poco más alta de lo debido, de repente tus saques que antes pasaban con un efecto increíble, ahora se estrellan contra ella o simplemente pierden toda su magia.
Y tus remates, esos que practicaste hasta la extenuación para que fueran imparables, empiezan a irse fuera por muy poco o, lo que es peor, a quedarse en la red.
He sentido esa frustración en primera persona, esa sensación de que “algo no va bien” pero no sabes el qué. Por otro lado, si está un poco más baja, podrías estar desarrollando malos hábitos sin darte cuenta, creyendo que tus golpes tienen más margen de error del que realmente tienen.
Afecta el ángulo de ataque, la curva de la pelota, el spin que le imprimes y la potencia necesaria. ¡Es un factor psicológico brutal también! Entender esto y asegurarte de que la red está perfecta, te da una confianza brutal y te permite trabajar tus golpes con la precisión que el deporte exige.
¡Tu juego te lo agradecerá y verás la diferencia en tu progreso!

P: Si estoy en casa o en un club amateur, ¿cuál es la forma más sencilla y rápida de verificar que la altura de la red es la correcta sin tener equipo profesional?

R: ¡Esta es una de mis preguntas favoritas porque es súper práctica y sé que muchos se la hacen! Entiendo perfectamente que no siempre tenemos un calibrador profesional a mano, y la verdad es que la mayoría de los jugadores recreativos no lo tienen.
¡Pero no te preocupes, hay un truco muy sencillo que yo mismo utilizo para las partidas casuales! La forma más fácil de hacer una verificación rápida es usar una regla escolar normal o incluso, en un apuro, un smartphone (muchos tienen una función de regla incorporada o puedes usar una aplicación).
Simplemente mide 15.25 cm desde la parte superior de la red hasta la superficie de la mesa, justo en el centro de la misma. Otro truco que aprendí de un viejo maestro de mi club es usar ¡una carta de la baraja!
Algunas cartas tienen una altura muy cercana a los 15 cm. No es el método más preciso del mundo, claro, pero te da una idea aproximada y es mejor que nada.
Lo importante es ser consciente y verificarlo de vez en cuando. Aunque sea solo un partido amistoso con amigos, jugar con la altura correcta te ayudará a desarrollar una técnica sólida y evitará sorpresas desagradables cuando te enfrentes a un rival más competitivo o en un torneo oficial.
¡Así es como se construye la verdadera habilidad desde la base!